"Esperamos que a finales de 2019 lleguen nuevos submarinos y nuevas embarcaciones", señaló Yevmenov. Los nuevos submarinos serán el Kniaz Vladimir y el Kazan. Armado con misiles balísticos, el Kniaz Vladimir es el principal submarino de la 955 Borei-A, también conocido como Borei II, de quinta generación. El Kazan, de la clase Yasen, es capaz de sumergirse a una profundidad de 520 metros y permanecer bajo el agua 100 días.
La línea Borei trae bajo el brazo una actualización crítica y muy necesaria dentro de la tríada nuclear de Rusia: el nuevo sistema de misiles Bulava. Con una ojiva de 550 kilotones y un alcance efectivo de hasta 10.000 kilómetros, la Armada rusa pretende hacer de los buques Borei equipados con Bulava la piedra angular de su sistema de disuasión de misiles balísticos lanzados desde submarinos nucleares durante las décadas venideras, apunta Episkopos.
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Los proyectiles, diseñados para las embarcaciones del tipo Borei, tienen un alcance de entre 8.000 y 10.000 kilómetros y tienen ojivas de 550 kilotones y sistemas de navegación Glonass. En enero, el propio Episkopos volvía a hablar de Rusia para reconocer que Bulava podría considerarse una "especie de misil Topol-M para los submarinos" y el mayor logro de la construcción de misiles en Rusia.
Rusia reiteró en numerosas ocasiones que sus acciones no están dirigidos contra ningún país y su principal objetivo es la defensa de sus territorios y su pueblo.
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