"El ataque brutal en Christchurch nunca disminuirá la tolerancia y la decencia por las que Nueva Zelanda es famosa. Nuestros pensamientos en Europa están con las víctimas y sus familias", publicó en su cuenta de Twitter el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Harrowing news from New Zealand overnight. The brutal attack in Christchurch will never diminish the tolerance and decency that New Zealand is famous for. Our thoughts in Europe are with the victims and their families. PM @jacindaardern can count on our solidarity.
— Donald Tusk (@eucopresident) March 15, 2019
El alto cargo de la UE añadió que la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, "puede contar con nuestra solidaridad".
"En nombre del Reino Unido, mis más profundas condolencias para el pueblo de Nueva Zelanda tras el horrible ataque terrorista en Christchurch. Mis pensamientos están con todos los afectados por este acto enfermizo de violencia", tuiteó la primera ministra británica, Theresa May.
On behalf of the UK, my deepest condolences to the people of New Zealand after the horrifying terrorist attack in Christchurch. My thoughts are with all of those affected by this sickening act of violence.
— Theresa May (@theresa_may) March 15, 2019
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, se declaró "profundamente entristecida por las noticias de Christchurch".
"Lloro con los neozelandeses por sus conciudadanos que fueron atacados y asesinados por el odio racista mientras rezaban pacíficamente en sus mezquitas. Estamos juntos contra tales actos de terrorismo", cita a Merkel su portavoz, Steffen Seibert.
Chancellor #Merkel: I am deeply saddened by the news from #Christchurch. I mourn with the New Zealanders for their fellow citizens who were attacked and murdered out of racist hatred while peacefully praying in their mosques. We stand together against such acts of terrorism.
— Steffen Seibert (@RegSprecher) March 15, 2019
También el presidente de Francia, Emmanuel Macron, envió un mensaje de solidaridad desde las redes sociales.
"Todos nuestros pensamientos para las víctimas de los crímenes atroces contra las mezquitas de Christchurch en Nueva Zelanda y para sus seres queridos. Francia se opone a todas las formas de extremismo y actúa con sus socios contra el terrorismo en el mundo", tuiteó.
El canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, publicó en Twitter que se siente "conmocionado y entristecido por el ataque terrorista" en Christchurch.
"Mis más sentidas condolencias para los heridos, las familias de las víctimas y el pueblo de Nueva Zelanda", agregó.
I am shocked and saddened about the terrorist attack on a mosque in #Christchurch. My heartfelt condolences go to the injured, the victims‘ families and the people of New Zealand.
— Sebastian Kurz (@sebastiankurz) March 15, 2019
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, subrayó que "es nuestro deber defender la tolerancia y la libertad religiosa y alzar nuestra voz contra el extremismo de extrema derecha y el odio racista".
Según los datos preliminares, un hombre armado entró hacia las 13.40 hora local (00.40 GMT) en la mezquita Al Noor, en el centro de Christchurch, y abrió fuego cuando en el recinto estaban congregadas unas 300 personas.
El atacante llevaba un arma automática, ropa militar y varios cargadores.
Más tarde, se informó de disparos en otra mezquita, la de Linwood.
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El perpetrador de la masacre había publicado en línea un largo manifiesto en el que se identificó como Brenton Tarrant, de 28 años, nacido en Australia.
La Policía neozelandesa sostiene que fue un ataque "muy bien planificado". De los cuatro sospechosos detenidos en las horas posteriores, tres permanecen bajo custodia, entre ellos un hombre de unos 20 años que comparecerá el sábado ante el juez. Ninguno de los presuntos implicados había estado antes bajo vigilancia policial.
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La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, calificó el doble ataque de Christchurch como "uno de los días más oscuros de Nueva Zelanda" y aseguró que no dejará que ese crimen extremista sin precedentes cambie la fisonomía del país, que es un hogar para migrantes y refugiados pero no para perpetradores de violencia.