Las imágenes inéditas, publicadas por Zvezda, muestran al arma en funcionamiento por primera vez. El aparato fue diseñado para neutralizar los canales de observación óptico-visuales y óptico-electrónicos, así como para obstaculizar la puntería de armas ligeras y armas de combate próximo utilizadas contra buques y lanchas.
"Muchos [voluntarios] dijeron que ocurre el siguiente efecto: una mancha flota constantemente ante los ojos y causa casi un efecto alucinógeno. Todos ellos sintieron mareos, náuseas y pérdida de orientación espacial", detalló Vladímir Zhárov, representante de la empresa fabricante del aparato.
La modulación de la frecuencia de las potentes lámparas del dispositivo es capaz de cegar temporalmente a cualquier adversario a una distancia de hasta dos kilómetros. Sin embargo, el arma no genera secuelas permanentes en los ojos. Y esta es la principal diferencia entre el aparato ruso y sus análogos extranjeros, los cuales dañan irreversiblemente la visión. Filin es efectivo, pero humano.
Algunos buques de la flota rusa ya cuentan con estos dispositivos, los cuales, en teoría, pueden ser instalados en cualquier embarcación de la Armada del país.
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