Von der Leyen afirmó que los proyectiles del país asiático son "tan peligrosos para Rusia como los misiles rusos para Europa".
Pese a las advertencias de la ministra, los políticos rusos coinciden en que Moscú no considera a Pekín como una amenaza.
El presidente del Comité Internacional del Senado de Rusia, Konstantín Kosachov, afirmó que el potencial bélico de China no es una amenaza, pero las reivindicaciones de EEUU y de la OTAN de dominio global sí que lo son.
"El tratado debe tener carácter universal, y la evaluación de las amenazas es un asunto secundario. El factor principal es la disponibilidad de las armas", subrayó en una entrevista a la edición rusa de Sputnik.
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Kosachov también constató que Washington opta por un camino destructivo al obstruir los pactos existentes e instar a que otros países establezcan nuevos acuerdos.
"Este deseo es comprensible, pero es imposible cumplirlo. Rusia nunca actuará como agente de un tercer país en esas cuestiones", aseveró.
Murajovski reconoció que el país asiático posee misiles capaces de alcanzar el territorio ruso. De la misma manera, los proyectiles rusos podrían alcanzar el territorio chino. "Es decir, existe un equilibrio de poder. No obstante, la vida real no es un videojuego, donde uno puede simplemente rechazar a su aliado y asestar un golpe contra él", concluyó.
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