"Un año después del atentado contra la vida del padre y la hija, no vemos fundamentos para cambiar nuestra evaluación inicial del suceso", dijo Seibert.
Agregó que Alemania "se alegra de que el señor Skripal y su hija hayan sobrevivido a ese atentado".
El 26 de marzo de 2018, unas semanas después de lo ocurrido en Salisbury, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, declaró que Berlín está "hombro con hombro con el Reino Unido" y afirmó que "los hechos y los indicios sugieren que Rusia está detrás de ese ataque".
Ese mismo día, Alemania expulsó a cuatro diplomáticos rusos por el caso Skripal.
Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes el 4 de marzo de 2018 cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury, como resultado de lo que Londres llegó a calificar como intento de envenenamiento con una sustancia de acción neuroparalizante.
Nada más abierta la investigación, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento y afirmó que la sustancia de efecto neuroparalizante en cuestión fue supuestamente desarrollada por químicos rusos.
Moscú rechaza de plano las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y envió decenas de notas diplomáticas al Ministerio de Exteriores británicos reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación, así como a los Skripal que son ciudadanos de Rusia.