Recibe el nombre de The Crystal y mide 305 metros de largo. Se trata en realidad de un puente aéreo cubierto por una bóveda de cristal que conecta ahora las cuatro torres sobre las que reposa, lo que se podría llamar un sobrerrascacielos. Lo hace a los pies de la convergencia de los dos ríos que atraviesan la ciudad: el Yangtze y el Jialing.
Su construcción finalizó a finales de febrero, cuando se colocó el último de los 3.000 paneles de cristal y el último de los 5.000 paneles de aluminio de los que está formado.
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Pero queda mucho trabajo por delante. Llega el momento de construir su interior y darle forma. Si todo va según lo previsto, será inaugurado por todo lo alto durante la segunda mitad de 2019.