El MiG-21 es un tipo de caza interceptor supersónico con capacidad limitada de ataque a tierra, diseñado en la Unión soviética entre 1955 y 1958. Los pilotos soviéticos lo llamaban 'Balalaika' por su parecido con este instrumento musical.
El MiG-21 es el avión de combate con mayor cantidad de ejemplares producidos desde la Segunda Guerra Mundial, así como el de más largo período de producción, unos 26 años.
Namibia se convirtió en uno de los últimos países en incorporar el interceptor a su fuerza aérea cuando adquirió dos MiG-21 en marzo de 2005.
Por la frecuentes colisiones, la prensa llegó a calificarlo como un 'ataúd volador', pero esto era un error, pues el número de accidentes del MiG-21 responde también a que fue es el avión de mayor tiempo en uso operativo y el más numeroso, según el sitio Russia Beyond.
En 2017, unas 18 fuerzas aéreas alrededor del mundo continuaban usándolo y China hizo una clonación que ahora cuenta con más de 700 cazas, habiendo además suministrado 150 a Pakistán.
¿Cómo podemos traducir 'problemas técnicos' en un MiG-21?
El clima tropical puede ser un problema para estos aviones de combate. El aire caliente implica que los motores de los aviones produzcan menos empuje y el ala proporcione menos sustentación en comparación con aviones similares que vuelan en climas templados o invernales.
También se conoce que las pistas de aterrizaje calentadas por el sol, impactan negativamente en la seguridad del aterrizaje.
Además, hoy día debemos tener en cuenta la escasez de repuestos que siguió luego de la disolución de la URSS. El cierre de algunas fábricas de armamento detuvo el libre flujo de repuestos desde este país, lo que promovió una producción en países de Europa del Este que hicieron de esta fabricación un negocio lucrativo y de menos calidad.
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