La oposición venezolana anunció que ingresarían por la frontera los cargamentos con alimentos y medicamentos donados por EEUU y otros países, los cuales fueron tildados por Maduro como "migajas" y de "un show para justificar una intervención en el país".
Como consecuencia, algunos de los camiones procedentes de Colombia fueron quemados y centenares de personas resultaron heridas tras el enfrentamiento en la zona fronteriza.
"Maduro cambió drásticamente la situación con la caravana humanitaria. Guaidó no pudo hacer nada. Más que eso, ahora ni siquiera se entiende cómo va a volver de Colombia, puesto que Caracas rompió las relaciones diplomáticas con este país", explicó a Sputnik Alexandr Chichin.
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El experto constató que Maduro triunfó y que "el intento de EEUU de aplastar a Venezuela" se enfrentó con una crisis.
"En realidad, en la parte colombiana no asistieron decenas de miles de personas, sino 20.000 como máximo", indicó el especialista.
Chichin indicó que el suministro de ayuda humanitaria habría podido ser una operación devastadora para Maduro. No obstante, como el pueblo venezolano no respaldó la iniciativa, esta ya puede considerarse como fracasada.
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Al tratar de las perspectivas de la solución del problema venezolano, el experto constató que algún país de la región —por ejemplo, México— podría actuar como mediador y ayudar a resolver la crisis.

El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, Guaidó se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura.
El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
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Guaidó fue reconocido de inmediato por EEUU, a los que se sumaron unos 50 países. Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.