La investigadora Regina Eisert logró realizar una insólita grabación de un joven mamífero oceánico.
Una vez que la científica vio acercarse al animal marítimo, metió su palo de selfi con una cámara en el agua. La orca no tardó en acercarse al aparato, como si estuviera posando para una foto.
Se puede observar en las imágenes que el depredador oceánico acababa de alimentarse de su presa. La autora del vídeo supuso que el animal le estaba ofreciendo un trozo de su botín, al igual que un gato doméstico puede llevarle un ratón a su dueño. Después, el mamífero dio otra vuelta alrededor de la cámara y se marchó.
Regina Eisert indicó que las orcas son una especie bastante 'comunicativa'. Sin embargo, la investigadora nunca había vivido una experiencia parecida.