Steven Silverstein de la Universidad Rutgers y otros investigadores observaron a dos grupos de individuos. Un grupo incluyó a 71 personas sanas que había fumado menos de 15 cigarrillos durante toda su vida. El otro grupo reunió a 63 personas que fumaban más de 20 cigarrillos al día.
"Los estudios previos han señalado que el consumo duradero de tabaco duplica el riesgo de sufrir la degeneración macular relacionada con la edad y es el factor que causa las manchas amarillas en el cristalino ocular y la inflamación. Nuestros resultados indicaron que el uso excesivo de cigarrillos afecta la discriminación visual", declaró Silverstein, citado por el portal EurekAlert.
En particular, los investigadores trataron de determinar cómo los participantes del estudio discriminaban los niveles de contraste y colores mientras miraban en un monitor que les enseñaba distintos estímulos a una distancia de más de un metro. Durante este ejercicio los científicos monitorearon simultáneamente ambos ojos de los participantes.
Sus observaciones señalaron los cambios considerables que se produjeron en la capacidad de los fumadores de distinguir el color rojo del verde y el amarillo del azul.
Según Silverstein, las numerosas sustancias perniciosas que contienen los cigarrillos disminuyen la actividad en el área cerebral, encargada de procesar los datos visuales. Dado que la nicotina daña el sistema vascular, el estudio implica, que el tabaco también podría afectar los vasos sanguíneos y las neuronas en la retina ocular.
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