"SpaceX ofreció una solución con una confianza extraordinariamente alta en el éxito de la misión a un precio dramáticamente más bajo que la cantidad del premio", dijo la compañía en un comunicado dirigido al periódico The Washington Post.
"Así que creemos que la decisión de pagar mucho más a Boeing y Lockheed por la misma misión no era la mejor para la agencia ni para los contribuyentes estadounidenses", agregó.
La empresa conjunta recibió el contrato de la NASA para lanzar una nave espacial llamada Lucy para explorar los asteroides troyanos alrededor de Júpiter en un viaje que duraría 12 años.
SpaceX y ULA han estado en conflicto durante años. SpaceX afirmaba que debería poder competir por los contratos de lanzamiento de seguridad nacional servidos únicamente por la otra empresa. ULA respondió diciendo que no se podía confiar en SpaceX para lanzar satélites tan críticos y que estaba tratando de "recortar gastos" para ganar los lucrativos contratos, a lo que SpaceX contestó diciendo que "ULA no cree en la competencia. Los monopolistas nunca lo hacen".
Recientemente, la oficina del inspector general del Pentágono anunció que estaba revisando la certificación de SpaceX a través de una auditoría "autoiniciada".