"Pakistán siempre ha condenado la violencia. Me entristeció enterarme de eso", dijo el ministro al margen de la conferencia de seguridad de Múnich y agregó que "la India no debe sacar conclusiones apresuradas sino que debe compartir sus preocupaciones y exigir asistencia".
El ministro aseguró: "Estaremos encantados de cooperar con ellos en la investigación de lo que sucedió".
"Si esta es nuestra línea política [estabilidad y paz regional], ¿para qué fomentar una atrocidad? Por supuesto, no lo hemos hecho ni lo haremos", aseguró Qureshi.
Un conductor suicida, que el grupo Jaish-e-Mohammed (JeM) identificó como uno de sus militantes, embistió el 14 de febrero con un auto cargado de explosivos un convoy policial en Pulwama, a unas decenas de kilómetros de Srinagar.
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Entre 37 y 45 agentes, según diversos medios indios, fallecieron en el atentado, y decenas resultaron heridos.
El atentado de Pulwama es el más grave cometido en Cachemira en los últimos años.
En septiembre de 2016 cerca de Uri, miembros de Jaish-e-Mohammed, armados con granadas de mano, irrumpieron en una base del Ejército indio. Aquella acción se saldó con 23 muertos, incluyendo a los cuatro atacantes, y numerosos heridos.
En Jammu y Cachemira, el único estado indio en el que los musulmanes representan mayoría, operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Pakistán, entre ellos Jaish-e-Mohammed.
Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar estas milicias, pero los pakistaníes niegan su implicación en los ataques.
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Después del atentado del 14 de febrero, la India advirtió que intentará aislar internacionalmente a Pakistán y canceló la cláusula comercial de nación más favorecida que tenía establecida con su vecino del norte.
Salida de las tropas de EEUU de Afganistán
Qureshi también dijo a Sputnik que Islamabad estaría en contra de que las tropas estadounidenses se retiren deprisa del territorio afgano.
"Nosotros no quisiéramos que las tropas de EEUU salgan apresuradamente, queremos una salida con sentido de responsabilidad, que en Afganistán no surja un vacío y el país no se vea sumido en la anarquía o la guerra civil", señaló.
Según Qureshi, Washington está abierto a debatir el tema de la retirada de sus tropas o la reducción de la presencia militar de EEUU.
A finales de enero pasado, el presidente de EEUU, Donald Trump, se mostró dispuesto a retirar las tropas de su país si el Gobierno afgano y los talibanes logran un acuerdo de paz.
Estados Unidos mantiene 14.000 soldados en Afganistán, que invadió en 2001 tras los ataques terroristas del 11 de septiembre y lanza allí operaciones contra ISIS* y también contra el Talibán, aunque ya sostiene con este movimiento unas negociaciones, que el Pentágono califica de esperanzadoras.
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La OTAN por su parte realiza una misión de adiestramiento militar en Afganistán.
*autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países