Según explicaron los autores del estudio, los péptidos del cuerpo —como la encefalina— unen los receptores de opioides, algo que activa los ligandos de los receptores opioides delta. Como resultado, tienen un potencial de adicción más bajo.
Los autores del experimento observaron que las ratas de laboratorio que recibieron tratamiento con el nuevo medicamento mostraron signos de sensibilidad térmica reducida al dolor.
Asimismo, los investigadores concluyeron que las nanopartículas actúan a través de los receptores opioides de periferia, algo que reduce la adicción.
Los investigadores esperan que el nuevo medicamento no adictivo pueda contribuir al tratamiento del dolor intenso.
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