"Nuestro país transmitió a Corea del Sur por los canales diplomáticos que este tipo de declaraciones del presidente del Parlamento, Moon Hee-sang, son inapropiadas", indicó el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Moon se refería a las ex esclavas sexuales que, según Corea del Sur, eran forzadas a trabajar en los burdeles del Ejército japonés.
Tokio insiste en que hasta ahora no se ha encontrado ningún documento que evidencia que esas mujeres eran obligadas a trabajar.
Japón ocupó la península de Corea de 1940 a 1945, y en ese periodo unas 200.000 asiáticas, en su mayoría coreanas, fueron explotadas como esclavas en los burdeles militares nipones.
Hoy en día, quedan unas cuantas decenas de víctimas confirmadas de esa tragedia, según la prensa surcoreana.