"Las últimas informaciones, aunque ya las teníamos, son que las inundaciones llegan ahora al oriente boliviano, especialmente al departamento de Beni (noreste)", dijo el gobernante en conferencia de prensa.
El gobernante, coincidiendo con reportes del Servicio de Meteorologoía (Senamhi), dijo que un reciente "golpe de agua" o crecida extraordinaria del caudal de los ríos en regiones montañosas del centro del país eran presagio de desbordes e inundaciones en las llanuras bajas de Beni.
"Primero es salvar las vidas, lamentablemente no podemos decir en este momento tantas son las víctimas porque el rescate el difícil", indicó sobre la zona de los deslizamientos, en la región productora de coca de Yungas, donde el gobernante estuvo varias horas el lunes dirigiendo personalmente las operaciones de rescate.
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— SENAMHI BOLIVIA (@SENAMHI_BOLIVIA) 5 февраля 2019 г.
Agregó que los ministerios de Defensa, de Gobierno, de Obras Públicas y de Salud están declarados en emergencia para atender los deslizamientos y las eventuales inundaciones de los próximos días, en coordinación con militares, policías y bomberos.
El Senamhi declaró alerta roja en las cuencas de los ríos de la cuenca amazónica en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Beni y Pando, en la mitad norte del país, y alerta naranja en los distritos sureños de Chuquisaca, Tarija y Potosí, cuyos ríos tributan al río Paraguay.
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Los peores pronósticos se concentraban en Trinidad, capital de Beni, cuyas autoridades temen que se produzca se produzca una de las inundaciones más graves de su historia.
"Están subiendo las aguas y es posible que tengamos muchas inundaciones en los próximos días, en Trinidad y en otras poblaciones de las tierras bajas", dijo a reporteros el ministro de Defensa, Javier Zavaleta.
Defensa Civil, por su parte, reportó que hasta primera hora del martes se mantenía la cifra provisional de 18 fallecidos por efectos de las lluvias en todo el país, 2.039 familias damnificadas, 1.380 hectáreas de cultivos destruidos y más de 50 viviendas destruidas.