Aunque antes "ya había un antecedente", la Asociación de Estudiantes Mexicanos en Rusia se fundó en 2016 gracias a la iniciativa de los jóvenes y al gran apoyo de la Embajada de México, explica Juan Antonio Carmona García.
Hablando de los problemas que tienen que afrontan estudiantes extranjeros a su llegada a Rusia, Aarón Garduño Rodríguez, en su primer año del doctorado en el Instituto de Aviación de Moscú, señala que el obstáculo número uno es el idioma.
Confiesa también que añora la cocina mexicana, pero admite que se considera "un hijo más de Rusia" y valora "las oportunidades de conocer a grandes amigos, grandes personas" que ha tenido aquí.
Antes de venir a Moscú, el joven científico había vivido un tiempo en Vorónezh, una ciudad relativamente pequeña (poco más de 1 millón de habitantes) con poca vida cultural, lo que le fue difícil a Aarón, nacido y crecido en la capital mexicana.
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Para Alexander Ovando Peña, de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, un reto fue la burocracia, ya que tuvo que resolver muchos problemas con los documentos.
Precisamente a la resolución de estos problemas se dedica la Asociación de Estudiantes Mexicanos en Rusia que busca proporcionar ayuda de todo tipo a los estudiantes que acaban de venir, "cualquier sugerencia".
Respecto al sistema educativo, Alexander indicó que el tipo de enseñanza es distinto, y que eso también puede convertirse en un problema porque casi todos los exámenes son orales, y es "un desafío" tener que responder en un idioma extranjero. Sin embargo, eso aporta mucho en cuanto al aprendizaje y al desarrollo de las capacidades lingüísticas. Lo que también anotó como una ventaja muy grande es que las clases se dividan en lecturas y seminarios.
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Por su parte, Iván aconseja a los que deseen realizar sus estudios en Rusia, aplicar primero para el año preparatorio que son “clases no solamente de idioma" sino que también de cultura, que es de importancia especial para los estudiantes que vienen por bastante tiempo. Además, destacó la oportunidad única, que está gozando en Rusia, de "convivir con otros estudiantes de otras regiones del mundo, especialmente de Asia" dado que Rusia es un puente entre dos civilizaciones.
"Eso te permite forjar amistades que siempre vas a tener en tu corazón", declara el joven.
Para que otros mexicanos puedan realizar su sueño y venir a Rusia, todavía faltan programas, "proyectos específicos", hay que establecer los lazos culturales aún más, coinciden los cuatro.
Iván, a su vez, apunta que "no hay más que voluntad política" pero reconoce que ya ha habido muchos logros.
Los cuatro muy diferentes, pero unidos por su interés hacia Rusia y el deseo de colaborar para el acercamiento entre Moscú y México, coinciden en que en Rusia "nos sentimos en casa, nos sentimos como tal en una familia".