Con 37 años y un pasado en el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) por el cual fue alcalde de la capital San Salvador, el político y empresario Nayib Bukele se convirtió en nuevo presidente de El Salvador al triunfar en las elecciones con el partido GANA.
Varios récords impuso con su triunfo: rompió con el bipartidismo reinante desde los acuerdos de paz de 1992 entre la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el FMLN. No necesitó del balotaje para llegar al cargo como habían hecho todos sus antecesores, y además será el mandatario más joven en la historia del país centroamericano.
"Estas elecciones son un hito que marca una nueva era y pone a El Salvador dentro de esta nueva corriente que se está dando en América Latina de gobiernos conservadores. Y lo ubica en el triángulo norte de Centroamérica en consonancia con lo que sucede en Guatemala y Honduras", dijo a Sputnik Rafael Cuevas Molina, profesor investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica.
El Frente lo expulsó en 2017 por violentar los estatutos y principios partidarios, tal como lo resolvió por unanimidad el Tribunal de Ética de la colectividad.
Cuevas Molina apuntó que su triunfo se explica en buena medida por los "votos que le robó al FMLN".
Por eso es más factible que busque y logre acuerdos con su expartido que con ARENA. Tendrá que intentarlo para forjar alianzas que le den gobernabilidad y le permitan votar aprobar leyes, ya que no tiene mayoría parlamentaria, al menos hasta 2021 cuando se renueve ese cuerpo.
En los comicios respectivos de 2018 Arena fue la más votada, seguida por el FMLN y en tercer lugar quedó GANA.
"Tiene una posición muy precaria. Dentro del espectro político salvadoreño seguramente Bukele no se va a acercar a Arena. Está lejos de Arena, es decir de la derecha tradicional salvadoreña, y si alguna posibilidad tiene de establecer algún tipo de vinculación es con FMLN, con el que sin embargo existen heridas que no han restañado porque son recientes y profundas".
En lo que sí se advertirá un cambio cuando asuma el 1 de junio es con respecto a Venezuela. "Acá si hay un cambio importante. El Salvador se pasa a lo que podríamos llamar el eje de Lima", indicó Cuevas Molina.
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El actual mandatario, Salvador Sánchez Cerén fue uno de los pocos de la región que asistió a Caracas el 10 de enero para participar de la toma del mando de Nicolás Maduro.
"Bukele tiene una visión crítica no solamente en el contexto regional centroamericano con relación al Gobierno sandinista de Nicaragua", y en ese sentido va a tener "un viraje" que puede poner en riesgo "el delicado equilibrio que existe en los organismos internacionales como la OEA en relación con ese epicentro de la problemática latinoamericana que es Venezuela".
