Estos inversores utilizaron la práctica conocida como 'staking'. Sus criptomonedas fueron depositadas en los llamados monederos digitales y se utilizaron para ayudar a validar transacciones que creaban nuevos bloques en las redes 'blockchain', informa Bloomberg.
"A cambio ellos recibieron recompensas en forma de monedas", escribe la agencia, destacando que el llamado algoritmo de prueba de participación "puede generar retornos del 5% hasta el 150%".
Estos retornos, según la agencia varían en función del tipo y el número de criptodivisas mantenidas por el jugador.
Con precios que muestran pocas señales de recuperación tras el desplome del 90% en el 2018, el 'staking' facilitó la vida de inversores en criptodivisas como Tezos, Decred, EOS y varios otros, ayudándoles a sortear el mercado bajista.
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Esta práctica suscitó el aumento del número de empresas emergentes especializadas en estas estrategias, entre ellas destacan Staked, EON Staking y Figment.
Por ejemplo, Staked comunicó haber acumulado 4,5 millones de Pantera Capital Management, Coinbase, Digital Currency Group y otros inversores.
Sin embargo, la estrategia 'staking' implica varios riesgos. Uno de ellos es que las redes pueden tardar horas o días para liberar las criptodivisas apostadas para el comercio. Eso significa que los inversores pueden perder el repunte bursátil o entrar cuando los precios sean bajos.