Viveros forestales militares proveerán los árboles maderables.
El programa tiene como meta crear 400.000 empleos, con el objetivo de "rescatar al campo, aprovechar los recursos naturales, y sembrar un millón de hectáreas de propiedad comunal, que se abandonaron en el periodo neoliberal, por eso creció tanto la migración, porque se abandonó el campo a pesar del potencial económico", dijo el mandatario en conferencia de prensa.
Más de 60% de las comunidades rurales viven en la pobreza y 20% en pobreza extrema en los estados del sureste, "a pesar del conocimiento milenario del trabajo de la tierra, heredado de generación en generación, es la fábrica más importante de México que estaba parada y abandonada", comentó.
Cada campesino aglutinado en una comunidad de aprendizaje de 25 habitantes de tierras comunitarias recibirá cada mes un salario gubernamental de 5.000 pesos (250 dólares) para cultivar 2,5 hectáreas, una para granos básicos, y 1,5 hectáreas para zonas agroforestales maderables.
"Es poco dinero, pero en el campo no hay quien pague un jornal de 5.000 pesos mensuales, porque no rinde lo que se produce, no le dan el valor suficiente", dijo el presidente.
La meta es sembrar 150 mil hectáreas de árboles de caoba, 147 mil de cedro, 100 mil de cacao, 150 mil de café y 80 mil hectáreas de pimienta.
López Obrador comenzará a este viernes a inaugurar el programa con una gira en la región indígena de la Chontalpa, en su natal estado de Tabasco, donde él comenzó su vida pública hace cuarenta años, como delegado del Instituto Nacional Indigenista en 1978, y continuará por Veracruz y Chiapas el fin de semana.
Apoyo del ejército al campo
Por su parte, María Luisa Albores, titular de la cartera federal de Bienestar, antes llamada de Desarrollo Social, afirmó: "Con la experiencia de la secretaría de la Defensa con sus viveros, vamos a poder sembrar y reforestar", con 80 millones de árboles que los militares producirán en sus invernaderos.
El programa que será el eje de otros proyectos sociales es "un impulso vital para el desarrollo de familias y comunidades, para hacer renacer la tierra, el ambiente y la reconstrucción de tejido social, para arraigarlos a su historia y evitar la migración", en 19 de los 32 estado del país.
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En dos años, el programa llegará a casi una veintena de provincias con poblaciones rurales pobres, comenzando este año con 360 municipios de ocho estados, más de un centenar de ellos "pertenecientes a comunidades indígenas que han sido excluidas del desarrollo".
A la fecha ya se realizaron 5.000 asambleas campesinas en casi 3.900 comunidades de 14 pueblos originarios de la sierras, como mazatecos, tzotziles, chontales y mames, entre otras comunidades indígenas.