Ametralladora RPK con un tambor
Una de las novedades más esperadas es la ametralladora portátil RPK-16, que en la actualidad está pasando pruebas de campo. Se prevé que los militares den su calificación final al fabricante a finales de 2019.
En esencia, la nueva ametralladora es una modernización de la RPK-74. Uno de los aspectos principales que han sido mejorados es la ergonomía: ahora tiene una nueva manilla, una culata ajustable y plegable, así como un nuevo seleccionador de fuego que se maneja con el dedo índice.
Además, el cañón del RPK-16 será intercambiable, lo cual es un importante avance en comparación con su antecesor. Esto permite instalar en condiciones de combate un cañón más o menos corto, dependiendo de las necesidades. Aumentará así su longevidad, puesto que los cañones suelen durar menos que las demás partes de las ametralladoras.
Por último, el RPK-16 usará balas de calibre 5,45 X 39 mm, que se podrán meter en un cargador de tambor con una capacidad de 95 proyectiles. Antes, el RPK-74 solo podía usar cargadores convencionales con 45 balas. La nueva ametralladora también podrá usar otros tipos de cargadores.
Su peso es de 4,5 kilógramos, el alcance de fuego ronda los 600 metros y su velocidad de fuego se sitúa en 700 tiros por minuto.
Un Kalashnikov de gran calibre
Otra novedad presentada por el consorcio ruso es el fusil AK-308, que usará proyectiles del estándar de la OTAN de calibre 7,62 X 51 mm. Su fabricación en serie podría comenzar ya en 2019 y se espera que sea de gran interés para los compradores, puesto que hay pocas ofertas de esta clase en el mercado mundial.
El AK-308 cuenta con un recibidor de la ametralladora RPK-74M para aumentar su robustez a la hora de disparar balas de gran calibre. Según explicó el experto en armas de fuego Mijaíl Degtiarev, este fusil de asalto está más orientado a la robustez que a la tecnología.
Tema relacionado: Kalashnikov entrega los primeros fusiles de asalto AK-12 al Ejército ruso
No está pensado el AK-308 para competir con fusiles como el H&K 417, el FN SCAR H o la Beretta ARX-200. Su objetivo no es otro que conquistar el mercado de los países del tercer mundo, que siguen operando fusiles como el FN FAL o el G3 y que usan balas del mismo calibre.
El AK-47 entre las pistolas
Los efectivos de las Fuerzas Especiales rusas también serán obsequiados con una nueva arma: la pistola PL-15. Está previsto que reemplace a la Makarov.
La PL-15 es una de las últimas creaciones de la compañía, y reúne en sí los atributos característicos de los productos de Kalashnikov: fiabilidad extrema, tamaño compacto, ergonomía y la posibilidad de usar balas de cualquier tipo y calidad que sean de calibre 9 x 19 mm.
Además: Heredera de la leyenda: la pistola rusa de nueva generación muestra su potencia arrolladora (vídeo)