La muerte de Gaitán se hizo un lugar en los principales medios de Colombia, que recordaron sus producciones más emblemáticas. Las personalidades de la cultura y el espectáculo también expresaron su congoja en las redes. Y no es para menos: sus telenovelas llegaron a paralizar al país y a mantenerlo expectante, pegado al televisor.
En la serie, se ve cómo, a pesar de su inteligencia, Betty muchas veces es relegada a un plano secundario, por no vestir a la moda ni llevar el peinado que marca la tendencia. De su inocencia y laboriosidad se vale Armando Mendoza, el presidente de Ecomoda, la empresa textil en la que transcurre la historia. Por su 'fealdad', la obliga a trabajar en una "cueva".
Para realizar unas tramoyas financieras turbias con la firma, don Armando seduce a Betty y la lleva a ejecutar maniobras poco ortodoxas, haciéndole creer que está enamorado de ella. Tras un periplo lleno de enredos, Betty deja Ecomoda y adquiere confianza en sí misma. Así, realiza su metamorfosis: cambia su peinado y su vestimenta, y vuelve para dar más de una lección en la empresa.
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Como recuerda a Sputnik Alejandro Pérez, periodista de cultura de la revista Semana, era "una heroína muy atípica, una mujer que logró capturar la atención de la nación siendo en teoría fea, pero que tenía su sentido del humor particular".
El cronista de la publicación, una de las revistas con mayor difusión de Colombia, subrayó que el acierto de Gaitán fue darle poder a la mujer que no lo tenía y que no era representada en las narrativas televisivas. "Eso fue transgresor y demostró ser un acierto", sentenció.
De acuerdo con el sitio del canal RCN, en cuya pantalla se transmitió originalmente, "en China, se llamó 'Sin rival', y el capítulo de estreno fue visto por 73 millones de personas, [cifra] más grande que el número de habitantes de Colombia". Se estima que el primer beso de Betty y Armando lo vieron 6 millones de personas, es decir, más que la población de Bogotá en ese momento.
La historia de Betty y sus compañeras de trabajo —autodenominadas 'El Cuartel de las Feas' por ser tachadas de gordas, altas o viejas— reflejaba la situación que viven miles de mujeres, enfrentadas a encajar en un molde y a verse relegadas en un mundo que valora más la apariencia que otras cualidades.
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"Ha dado un reflejo interesante de la clase media trabajadora colombiana, a la vez divertido y gracioso. Tocó muchos elementos que hicieron visionaria su manera y que aún se extrapolaron en el mundo", aseguró Pérez.
Gaitán fue además el hombre detrás de 'Café, con aroma de mujer', otro éxito en la televisión colombiana, que también contaba con un rol femenino central "súper fuerte". La historia de Teresa Suárez, una recolectora del aromático grano, generó casi tanto impacto como Betty en los hogares colombianos, y también logró posicionarse en la televisión mundial.
"En ese momento, Colombia estaba viviendo unos apagones de energía. A cierta gente se le iba la luz a la hora de la telenovela, pero la seguían por medio de la radio. Era una fiebre. Eso se tradujo después en 'Betty la fea'", recordó Pérez.
"Es algo muy poco común para una telenovela en Colombia, algo que probablemente no se vaya a repetir. Dentro del desarrollo narrativo de la novela creo que tocó muchos elementos sobre la mujer trabajadora, sobre la relación de clases porosa pero que logró ser armoniosa", consideró el periodista.
El presidente de Colombia en aquel entonces, Andrés Pastrana, hizo una aparición en la novela. También numerosas personalidades de la farándula latinoamericana, como los cantantes venezolanos Franco de Vita y Ricardo Montaner, la ex Miss Universo chilena Cecilia Bolocco o la modelo brasileña Taís Araújo.
En el habla de muchos latinoamericanos se insertaron expresiones típicas de los colombianos, como saludar con '¿qué hubo?'. O incluso latiguillos surgidos en la telenovela, como 'el diablo es puerco' (la advertencia que el padre sobreprotector de Betty pasaba haciendo a su hija); 'Hice seis semestres de finanzas en la San Marino' (la justificación de la 'peliteñida' poco adepta al trabajo en las oficinas de Ecomoda') o 'fush, fush, voló' (el 'gag' del diseñador de indumentaria de Ecomoda que hostigaba a Betty por su fealdad).
Su prematura muerte pone una lágrima a un pueblo entero que se llenó el pecho de orgullo con verse representado en la pantalla chica. Muchas veces, los colombianos son asociados a productos televisivos internacionales asuntos complejos y dolorosos para el país, como el narcotráfico o la violencia.
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La producción logró mostrar "otro lado bien creativo y social". Gaitán logró que Betty y demás personajes encarnaran lo colombiano, pero también lo humano. Eso, tal vez, haya sido la clave de su éxito mundial.