En pleno desarrollo de la competencia electoral, el actual presidente Salvador Sánchez Cerén estuvo el 10 de enero en la asunción de Nicolás Maduro en Venezuela. Fue uno de los pocos líderes latinoamericanos que concurrió a la cita, lo cual es todo un dato político para la coyuntura regional.
"El FMLN esta en la mira de la crítica de derecha en todas sus variantes por sus afinidades y vínculos especialmente con Venezuela y Nicaragua", explicó a Sputnik el analista salvadoreño Luis Armando González, máster en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
"La derecha espera que el Gobierno rompa con Maduro, que critique, que apoye lo que Trump está promoviendo y eso al Frente le genera erosión sobre todo con sectores medios, no de izquierda, pero que pueden ser los que inclinen la balanza electoral y eso al FMLN le juega en contra".
Por el contrario, Carlos Calleja —de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA)- y el joven empresario Nayib Bukele, un escindido de ARENA que competirá bajo el lema Gran Alianza por la Unidad Nacional, son sumamente críticos con Maduro y prometen adherirse al boicot internacional en su contra.
El cuarto postulante, Josué Alvarado, también es empresario y fue pastor evangélico hasta que en 2016 fundó el partido Vamos. No tiene chances de ganar ni de pasar al balotaje, previsto para el 10 de marzo en caso de que ninguno delos partido obtenga 50% más uno de los votos emitidos. Pero los votos que logre reunir este domingo pueden resultar clave a la hora de negociar apoyos.
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González fue más contundente aún al valorar el programa de Bukele: "Es el más pobre en cuanto a propuestas, porque hizo un recorte y pegue de muchos documentos oficiales, tesis y de libros… no hay propuesta allí. En segunda vuelta tendrá que decir qué piensa hacer, y cómo, si llega a ser presidente del país", apuntó.