"La manifestación de Maduro de que está dispuesto a abrir el diálogo con la oposición y con Trump demuestra que hay debilidades relativas en los dos campos en contienda, dentro de una situación tensa e incierta que puede llevar a diferentes escenarios", manifestó Christian Castillo.
"La política de Maduro ha sido que la crisis sea pagada por el pueblo trabajador mientras sigue pagando la deuda externa y ratifica que va a seguir pagándola, pero no se plantea la repatriación forzosa de los más de 160.000 millones de dólares que los ricos de Venezuela envían al exterior", señaló Castillo.
Esta medida, que permitió que fugaran sus capitales tanto sectores de la burguesía que apoyan a la oposición como funcionarios del propio Gobierno venezolano, es "imprescindible para poder sobrellevar la profunda crisis económica y social que hay", añadió Castillo.
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Todos estos actores "comparten esa práctica de llevar fondos a paraísos fiscales, y eso sólo podría ser hecho con repatriación forzosa bajo la advertencia de expropiar sus bienes", opinó el referente del Frente de Izquierda de Trabajadores (FIT) que engloba al PTS.
Si Maduro no ha tomado ninguna política al respecto es porque "el régimen de Maduro no es socialista, y la crisis tiene lugar precisamente porque no lo es", sostuvo el político argentino.
"Hay una situación de profundo hastío: muchos no simpatizan con la derecha pero ven que Maduro no toma ninguna medida favorable a sus intereses y que además tiene una política represiva ante cualquiera que salga a reclamar por sus derechos, inclusive dirigentes sindicales", manifestó.
Incidencia del petróleo
La otra situación que arrastró a la nación caribeña a la crisis actual es la dependencia de la renta petrolera, que se remonta a la época del expresidente Hugo Chávez (1999-2013).

"El derrumbe de los precios del petróleo llevó a una caída fuerte de la economía que no fue diversificada, por eso ahora dependen de la importación de alimentos y medicina", razonó Castillo.
Estas críticas al Gobierno venezolano no impiden rechazar la injerencia extranjera en los asuntos soberanos de la nación caribeña, aseguró.
Con la decisión de EEUU de congelar los activos de la petrolera estatal venezolana PDVSA por 7.000 millones de dólares, el Gobierno de Donald Trump se descubre "apropiándose de los bienes de cualquier empresa estatal extranjera porque no le gusta el Gobierno de ese país".
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El referente del PTS y del FIT criticó también al Ejecutivo argentino de Mauricio Macri, que reconoció a Guaidó como presidente interino de Venezuela, por participar "del intento de Golpe de Estado que se está montando desde Washington de la mano de varios Gobiernos que actúan como títeres de la política de Trump", finalizó.
México y Uruguay se abstuvieron de reconocer a Guaidó y ofrecieron mediar en una solución política de la crisis; y Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros, reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.