El periódico afirma que el IRA le envió un comunicado en que se responsabiliza de haber colocado una bomba en un vehículo delante de un tribunal de la segunda ciudad en importancia de Irlanda del Norte.
El IRA llamó a los norirlandeses a dejar de colaborar con los británicos, al señalar que "no habrá más advertencias".
"Las charlas sobre el Brexit, fronteras duras y flexibles, todo eso no tiene relación alguna con nuestras acciones y el IRA no se va a ir a ningún parte, (…) nuestra lucha continúa", concluye el texto.
El 19 de enero pasado una patrulla policial de Derry-Londonderry vio un vehículo sospechoso en Bishop Street, y unos cinco minutos después, mientras lo estaba revisando, se recibió la información de un artefacto dejado en el tribunal en esa calle.
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La policía comenzó a evacuar los edificios cercanos, y diez minutos más tarde explotó la bomba colocada en el coche, sin provocar víctimas.
Junto con Belfast, Derry fue una de las ciudades más castigadas durante tres décadas de violencia sectaria de paramilitares lealistas protestantes y enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad británicas y militantes del Ejército Republicano Irlandés, grupo que aboga por un estado independiente del Reino Unido en la isla entera de Irlanda.
Desde la firma del Acuerdo de Viernes Santo de 1998, quedan grupúsculos de disidentes republicanos activos, aunque sin fuerza ni infraestructura para sostener una campaña con bombas.
El Brexit, al que se opuso más del 56% en Irlanda del Norte, está reavivando el temor al retorno de la violencia paramilitar si la falta de acuerdo entre Londres y Bruselas provoca la reconstrucción de una frontera física en la isla.