"La mayor parte del tiempo estuve en una celda solitaria, me tenían encerrada y no podía salir", declaró al canal de televisión RT en una entrevista.
El 16 de enero, Press TV informó que Hashemi, afroamericana nacida en EEUU con el nombre de Melanie Franklin, había sido detenida varios días antes a su llegada al aeropuerto de Saint Louis, en el estado de Missouri, y trasladada por el FBI a un centro penitenciario en Washington.
La mujer comentó que de San Luis, donde fue detenida por agentes del FBI, fue trasladada a Washington a bordo de un avión privado.
"Si mi hijo no hubiese estado conmigo, podría haber pasado cualquier cosa y nadie sabría donde estoy", aseveró, al especificar que su hijo informó al resto de la familia de su detención.
En Washington Hashemi fue trasladada a la sede de la entidad, donde le tomaron fotos y muestras de ADN.
"En ningún momento nadie me leyó mis derechos", afirmó.
Según la presentadora, "cualquiera puede ser detenido de este modo y esposado sin que se le presenten cargos".
"Llamo a todas las personas libres de todo el mundo a que salgan a manifestarse el viernes y exijan el cese de estas acciones del Gobierno de EEUU y del FBI en particular", alegó.
Los fragmentos de la entrevista mostrados por RT no revelan los motivos por los que el FBI detuvo a Hashemi.
A Hashemi le permitieron llamar a su hijo solo dos días después de su arresto, según la cadena.
A la periodista le quitaron el hiyab por la fuerza y le impidieron cumplir con el código de vestimenta islámico. También se le denegó comida halal o vegetariana.
El Ministerio de Exteriores de Irán condenó el arresto de la periodista al calificarlo de ilegal y exigió su liberación.