"El secretario general está preocupado por los informes sobre los muertes durante las manifestaciones y disturbios en Venezuela y pide una investigación transparente e independiente de estos incidentes", dice el comunicado.
Se señala que "en este momento crítico, pide a todos los protagonistas políticos reducir las tensiones y hacer todo lo posible para prevenir la violencia y evitar la escalada".
Venezuela entró en una nueva espiral de tensión a partir del 10 de enero, cuando el presidente Nicolás Maduro asumió su nuevo mandato hasta el año 2025.
Saliendo al paso de aquellos que cuestionan la legitimidad de su investidura, Maduro alega que ganó las elecciones del 20 de mayo de 2018 con todas las garantías de un proceso electoral.
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El 23 de enero el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) en desacato de Venezuela, Juan Guaidó, se proclamó "presidente encargado" del país.
En la tarde del 23 de enero, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció la ruptura de las relaciones con EEUU y ordenó la expulsión de los diplomáticos estadounidenses.
El secretario de Estado Mike Pompeo, sin embargo, reiteró que EEUU no reconoce al gobierno de Maduro y no considera que tenga la autoridad legal para romper relaciones diplomáticas con EEUU o declarar a sus diplomáticos personas no gratas.