"México no participará en el desconocimiento del Gobierno de un país con el que mantiene relaciones diplomáticas" y "coincidimos plenamente con el llamado de la Organización de las Naciones Unidas a que todos los actores involucrados en el conflicto en Venezuela reduzcan tensiones, hagan los mayores esfuerzos por evitar una escalada y rechacen cualquier tipo de violencia política", dice un comunicado de la Cancillería divulgado el 23 de enero.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se apega a sus principios constitucionales de "no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de controversias internacionales, igualdad jurídica de los Estados, respeto, protección y promoción de los derechos humanos y de lucha por la paz y la seguridad internacionales"
Esos principios están consagrados en el Artículo 89 de la Constitución Mexicana.
Al mismo tiempo, el Gobierno mexicano comparte con Uruguay "el exhorto al diálogo entre las partes y, al igual que España y Portugal, hacemos votos por una salida política a la situación en Venezuela", dice el posicionamiento de las autoridades.
Por su parte, Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara Alta evitó tomar una postura sobre los eventos internos y expresó que "ojalá y pronto resuelvan sus diferencias; y pronto retorne a Venezuela la tranquilidad y la no confrontación, es lo que sé; no es asunto nuestro es un asunto de ese país".
El 23 de enero, miles de personas salieron a las calles de Venezuela a manifestarse a favor y en contra de Maduro.
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En la concentración opositora, el líder de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Juan Guaidó, se autoproclamó presidente encargado de Venezuela, y fue respaldado por la mayoría de los países latinoamericanos, así como por EEUU.