Al comentar el asunto al medio Deutschlandfunk, Altmann hizo observaciones sobre los planes del mandatario estadounidense, Donald Trump, de modernizar el sistema de defensa de EEUU y dotarse de armas espaciales.
Altmann agregó que tras la retirada de EEUU del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM), Rusia descubrió otras maneras de obstaculizar las actividades del sistema de defensa aérea estadounidense.
En cuanto a la posibilidad de instalar más interceptores en Alaska, el analista constató que esto ayudaría a defenderse de Irán o Corea del Norte, pero no de Rusia.
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El experto agregó que la idea de que a uno le basta crear un escudo antimisiles para garantizar su seguridad, ha fracasado ya hace tres decenios durante la presidencia de Ronald Reagan.
Al mismo tiempo, Altmann reconoció que las actividades espaciales de Washington provocarán, sin falta, una respuesta de Rusia, por lo que la situación se agravará aún más. Es decir, si un 'ejército cósmico' atacara a su rival por un mero error, esto llevaría a una guerra abierta en la Tierra.
A este respecto, el especialista concluyó que Washington debería abstenerse de las provocaciones e indicó que en realidad la eficacia de las armas antimisiles espaciales es solo una ilusión.
Al mismo tiempo, las autoridades rusas reiteraron en repetidas ocasiones que sus armas no amenazan a nadie y que tienen puramente carácter defensivo.
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