En este día es costumbre que la gente se bañe en el agua helada zambulléndose tres veces para conmemorar el bautismo de Jesucristo. La tradición es tan popular entre los rusos que se realiza incluso en condiciones extremadamente duras, por ejemplo, en Yakutia, la región rusa donde la temperatura puede caer hasta —60 grados centígrados.
En la capital rusa, Moscú, unas 270.000 personas participaron en el ritual, incluyendo al propio presidente Vladímir Putin.
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