Al término de una reunión consultiva celebrada el 17 de enero en Adís Abeba por varios jefes de Estado y de Gobierno que forman parte de importantes estructuras regionales, la UA concluyó que existen "serias dudas de si los resultados provisionales, proclamados por la Comisión Electoral Nacional Independiente, se corresponde con los votos emitidos".
También acordaron enviar urgentemente a la RDC una delegación de alto nivel para interactuar con todas las partes congoleñas en busca de consenso para salir de la crisis postelectoral.
Las elecciones presidenciales en la República Democrática del Congo, aplazadas en varias ocasiones, se celebraron el 30 de diciembre de 2018.
El mandatario actual, Joseph Kabila, en el poder desde 2001, no se presentó para la reválida, acatando las restricciones legales.
El recuento preliminar que la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) dio a conocer el 10 de enero que había salido victorioso al candidato del partido opositor Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS), Félix Tshisekedi, con el 38,6%.
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Su principal rival, Martin Fayulu, de la coalición Lamuka, al que la CENI atribuyó el 34,8% de los sufragios, se negó a reconocer la victoria de Tshisekedi y afirmó que los resultados de la votación habían sido manipulados.