"Esta misma tarde, cabe comentar, se recibieron a los primeros 1.064 migrantes, de modo que ya cuentan con condiciones de bienestar, seguridad y garantía de sus derechos humanos", informó en un comunicado la CNPC, dependencia de la secretaría de Gobernación a la cual pertenece también el Instituto Nacional de Migración (INM).
El llamado Plan de Atención Caravana Migrante contempla acciones que permitirán a los migrantes que regularicen su estatus migratorio conseguir un trabajo temporal y residir en el sur de México, sobre todo en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.
El proceso de recepción de migrantes consiste en "atención médica inmediata, alimentación, hidratación e información al momento de su ingreso; registro y colocación de pulseras" de identidad, detallan las autoridades de Protección Civil.
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Los principios de la política migratoria del nuevo Gobierno mexicano, que comenzó en diciembre, descartan la contención y la represión, y en cambio están basados en el "Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular" de Naciones Unidas, que el país ratificó el 11 del mes pasado.
Cooperación internacional
El plan cuenta con la colaboración del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre otros organismos internacionales.
A nivel nacional, las autoridades crearon una coordinación entre el Gobierno federal, el gobierno estatal de Chiapas y los municipios de las ciudades fronterizas de Tapachula y Suchiate, para ofrecer ayuda y atención a los migrantes.
"Las acciones interinstitucionales son para asegurar un arribo migratorio con visión humanitaria y regular el ingreso para que sea legal, ordenado y seguro", dijo el titular de la CNPC, David León Romero, durante una visita a Chiapas para supervisar su despliegue.
El registro y colocación de pulseras que se practica por primera vez "permite al migrante identificarse, acceder a los servicios que se ofrecen, e iniciar y concluir la gestión de su regulación migratoria", informa la autoridad de Protección Civil.
Esa tarjeta "proporciona condiciones de seguridad y bienestar para su estancia, o bien podrán regresar a Guatemala y volver a México, para recibir el documento".
En esta cuarta caravana, la cantidad de centroamericanos es menor de la prevista, considerando que eran esperadas hasta 15.000 personas desde que comenzaron a organizarse en la ciudad hondureña de San Pedro Sula, una de las más afectadas por la violencia de pandillas.
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Entre octubre y noviembre tuvieron lugar las caravanas migrantes más numerosas que sumaron casi 9.500 centroamericanos.
Hasta diciembre de 2018 se realizaron más de 4.000 retornos asistidos a países de origen de migrantes centroamericanos: 1.678 por la vía aérea y 2.402 por vía terrestre.
Unos 2.500 hondureños continúan en la frontera norte de México con EEUU, pero solo un 3% tiene posibilidad de lograr asilo en ese país, en trámites que podrían durar varios meses, según el Gobierno de Honduras.