En el tratado, Brasil y Argentina "se obligan e extraditar a las personas que estén en su territorio y que hayan sido acusadas, procesadas o condenadas por las autoridades de la parte requirente", según consta en el primer artículo.
Con el nuevo marco legal, las solicitudes de extradición continúan siendo formalizadas por vía diplomática, pero las autoridades de los dos países podrán comunicarse directamente para intercambiar informaciones sobre el individuo a ser extraditado.
Otra de las facilidades es que los documentos exigidos para la extradición estarán exentos de cualquier tipo de legalización y podrán adelantarse por cualquier medio electrónico que deje un registro por escrito.
El documento ha sido firmado por los ministros de Justicia y de Relaciones Exteriores de ambos países en el marco de la visita que el presidente argentino, Mauricio Macri, realizó el 16 de enero al mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, en Brasilia.
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Los dos mandatarios hicieron hincapié en las buenas relaciones entre los dos países y en la necesidad de fortalecer la cooperación contra el crimen organizado.