Juan Valdez, ataviado de campesino paisa y acompañado de su burra 'Conchita' cargada con enormes sacos de café en grano, es parte del imaginario colectivo comercial en América Latina. Difícilmente haya alguien que no sepa quién es al ver sus frondosos bigotes, su sombrero y su mulera.
Lamentamos profundamente el fallecimiento del Señor Carlos Sánchez quien dio vida al personaje Juan Valdez durante muchos años, y quien llevó con orgullo el nombre y el trabajo de los caficultores colombianos por el mundo. Recordamos y rendimos homenaje a su memoria. pic.twitter.com/7bI93iV8yI
— Café de Colombia (@CafedeColombia) 29 de diciembre de 2018
El personaje fue creado por una agencia publicitaria estadounidense en 1959, para representar al medio millón de caficultores que cultivaban el precioso grano en el país. Es parte de los esfuerzos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) para difundir su producto y mantener su reputación.
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Por eso, el deceso de Sánchez por una afección cardíaca se hizo un lugar en los titulares. Si bien ocurrió a finales de diciembre, la noticia cobró destaque recién en las últimas horas. En su momento, la FNC anunció por Twitter el suceso: "Llevó con orgullo el nombre y el trabajo de los caficultores colombianos por el mundo. Recordamos y rendimos homenaje a su memoria", indicaron.
Sánchez, nacido en Antioquia, no fue el único Juan Valdez. Empezó a interpretar al ícono de los caficultores en 1969, para suceder al actor cubano José Duval, como recuerda un obituario del New York Times. En su juventud, el colombiano fue cultivador de café, pero luego desarrolló una carrera artística y, en paralelo a la actuación, se dedicaba a la pintura en acuarela, como recuerda otro artículo de la emisora La FM de Colombia.
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Durante 37 años llevó a cabo este papel y, según La FM "se codeó con las personas más influyentes del planeta" en sus giras mundiales. En 2006 entregó la posta a Carlos Castañeda, el tercer (y actual) Juan Valdez. La radio colombiana afirma que en 2006 la marca a la que representó fue la quinta más reconocida en un estudio llevado a cabo en EEUU.
"Lo primero que siente uno es la aprobación del caficultor hacia nos que estmaos representando al café. (…) Detrás de una taza de café le estamos diciendo a la gente que hay un país que se llama Colombia, poblado por gente íntegra, por trabajadores", dijo Sánchez en un vídeo con motivo de 50 años del personaje, caracterizado por la "sencillez", "honradez" y "familia" como parte de la identidad del café colombiano.
El periódico El Espectador de Bogotá explica elemento por elemento la importancia de las ropas y accesorios que lleva el personaje junto con Conchita. Infaltable es el sombrero, que da sosiego al sol y la lluvia del campo. La mulera, un poncho, sirve de abrigo para cuando caen las temperaturas. De su cuerpo cuelga un carriel, el bolso donde lleva los accesorios, apoyado sobre el tapapinche, una suerte de delantal. Siempre calzado con alpargatas de fique, una fibra vegetal.