"Se cerraron ductos y se están abriendo conforme se considera prudente para evitar el robo, estamos cambiando el sistema de distribución utilizando pipas, esto significa demoras, retrasos y desabasto en algunas gasolineras", explicó en su conferencia de prensa a matutina.
Pemex pierde anualmente hasta 60.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares), por el robo de combustible de entre 800 y 1.000 camiones cisternas diarios.
"Hay suficiente gasolina en el país, pero no podemos utilizar los ductos porque existen redes alternas (a las de Pemex), que se crearon para extraer y robarse las gasolinas con otro sistema de distribución (…); el problema es de distribución y no queremos abrir los ductos, porque estamos revisando todo el sistema para ir cerrando fugas", por donde era robado el combustible.
Temas relacionados: ¿Es realmente tan grave la crisis de la gasolina en México?
López Obrador afirma que México importa unos 600.000 barriles de gasolinas diarios, sobre todo de EEUU, para un consumo total de alrededor de 800.000 barriles al día, de los cuales Pemex solo aporta unos 200.000 barriles, por su baja producción de crudo para proveer a sus seis refinerías, que trabajan a menos de la mitad de su capacidad.
El plan seguirá en marcha a pesar de los inconvenientes, "sería fácil decir que ya se solucionó el problema, pero a sabiendas del robo, de tolerarlo, eso no lo vamos a hacer, vamos a resistir todas las presiones que sean", enfatizó.
El pasado martes 8 de enero "fue un día especial, el día que menos gasolina se han robado desde la expropiación petrolera (1938), solo se robaron 27 pipas, después de llegar a robarse más de 1.000", anunció López Obrador.
La investigación
Asimismo, el presidente confirmó que está bajo investigación un general del Ejército, Eduardo León Trauwitz, gerente de Servicios de Seguridad Física de Pemex, nombrado por el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), tras fungir como su jefe de seguridad cuando gobernó el central Estado de México, antes de llegar a la presidencia.
Un 80% del combustible es robado mediante redes orquestadas dentro de Pemex, y solo 20% por delincuentes que "ordeñan los ductos" como se dice en la jerga policial y delincuencial, por lo cual el mandatario considera que ese método de perforar los ductos era solo "una pantalla".
Desde que comenzó el plan a finales de 2018 las autoridades han impedido el robo de unas 8.540 pipas menos, que "si se colocaran una tras otra, son unos 80 kilómetros" de longitud, comparó el mandatario.
El desabastecimiento de gasolina afecta principalmente a la Ciudad de México, y los centrales estados de Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro.