"Sería muy buena esa fusión, pero no podemos (…) Como está en la última propuesta, dentro de cinco años todo puede pasar para el otro lado; esa es nuestra preocupación, es un patrimonio nuestro, sabemos de la necesidad de esa fusión, incluso para que ella [Embraer] sea competitiva y no se pierda con el tiempo", afirmó el presidente.
Las dos empresas fabricantes anunciaron en diciembre los términos finales del acuerdo: Boeing tendrá el 80% de participación de la nueva compañía, que englobará el brazo comercial de Embraer, evaluado en 5.260 millones de dólares.

A pesar de que Embraer es privada, el Gobierno brasileño mantiene poder de veto, porque es detentor de la llamada "golden share"; por ello, la fusión de las dos empresas depende del aval de la actual administración.
Después de las declaraciones de Bolsonaro, las acciones de Embraer lideraban las caídas en la bolsa brasileña la tarde del 4 de enero, con una contracción del 4,34%.
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