Al comparecer en rueda de prensa después de reunirse con el canciller brasileño, Ernesto Araújo, el representante de la administración de Donald Trump aseguró que lo más importante de las relaciones bilaterales es que den a los ciudadanos de EEUU y Brasil oportunidades "reales, recíprocas, justas y transparentes".
Pompeo no se pronunció sobre una posible intervención militar conjunta contra países como Venezuela, Cuba o Nicaragua cuando fue consultado al respecto, y se limitó a decir que las naciones trabajan mejor juntas cuando comparten valores como la libertad y la democracia.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Brasil también habló de alianza estratégica con EEUU y descartó que la alineación con este país sea exagerada.
"Brasil está realineándose consigo mismo, con sus propios valores; la Cancillería se está realineándose con el pueblo brasileño; nosotros nos aproximaremos a los grandes países… y pequeños, y de todos los países que comulgan de esos valores y esos ideales (…) La relación con EEUU es consecuencia de ese realineamiento interno de Brasil", afirmó Araújo.
"Hablamos de nuestra visión del mundo, nuestra visión de cómo trabajar juntos por el bien y por un orden internacional diferente, que se corresponda con los valores de nuestros pueblos; estamos en el comienzo de una nueva etapa que será muy productiva en la relación de Brasil con EEUU", afirmó.
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Sobre los posibles conflictos comerciales que puedan suscitar esa aproximación con EEUU, el canciller brasileño afirmó que Brasil debe colocarse en el mundo "como un país grande" y que no debe renunciar a sus ideales para poder hacer negocios e impulsar el crecimiento económico.
Araújo también descartó que el Gobierno de Bolsonaro suponga una amenaza para los derechos humanos, y prometió que el nuevo Ejecutivo trabajará para fortalecer algunos de esos derechos que por el momento no se están protegiendo como debería, añadió sin citar cuáles serían.
El nuevo canciller brasileño se estrena este miércoles en el cargo reuniéndose con representantes de delegaciones de EEUU, China, Portugal, Hungría, Angola, Polonia, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Singapur, Japón y Canadá, que acudieron a Brasilia para la toma de posesión de Bolsonaro.