"Pedimos la derogatoria inmediata del decreto, que es lesivo para la economía del transportista y del pueblo (…) La transportación se acoge al derecho a la resistencia", dijo Abel Gómez, presidente del gremio en una conferencia de prensa.
Adicionalmente, liberó el precio de la gasolina super, de 90 octanos, y a partir del 15 de enero se libera el precio del diésel (que se utiliza para el transporte privado de carga y de pasajeros), como parte de una política de reducción de los subsidios a los combustibles.
Gómez añadió que si hasta el 16 de enero no se deroga el decreto los transportistas de pasajeros paralizarán sus actividades en todo el país.
Igual pronunciamiento hicieron choferes y propietarios de buses de transporte escolar y asociaciones de taxistas.
Los gremios de transportistas aspiran a reunirse con el presidente Moreno para lograr acuerdos, pues no aceptan un subsidio de 270 galones mensuales de gasolina, 100 dólares por mes, ofrecido por el Gobierno como compensación para el gremio de taxistas.
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Los transportadores urbanos creen que una solución podría ser un incremento en la tarifa de los pasajes.
Pero los transportistas no son los únicos que no aceptan la subida de precios de los combustibles. Este miércoles estudiantes del Colegio Mejía, una de las instituciones fiscales de Educación Secundaria más importantes del país, salieron a los exteriores del Colegio en Quito para protestar contra el incremento.
En las próximas semanas se esperan también protestas de trabajadores sindicalizados.
Las principales centrales sindicales del país realizarán una convención nacional el 12 de enero en Quito para definir acciones a tomar en busca de la derogatoria del decreto que incrementó los precios de los combustibles.
Hasta el momento el Gobierno no ha hecho un pronunciamiento sobre los pedidos.
