En su entrevista con el diario Welt, Schroeder abogó por una dura demarcación de EEUU y sus intentos de presionar a sus aliados. El político detalló que la Administración Trump ha exigido a Berlín restringir o suspender el comercio con países como Irán, China y Rusia. "Si esto continúa, pronto no tendremos relaciones económicas con nadie. Esto es inaceptable para un país dependiente de las exportaciones como Alemania. Tienes que decirle eso a los estadounidenses con el debido respeto y amistad".
"Ciertamente no soy un antiamericano. Pero el núcleo de mis esfuerzos en política exterior ha sido por luchar y mantener una relativa independencia de Estados Unidos", explicó el político.
Schroeder agregó que "a pesar de todos los méritos de los estadounidenses, en lo que respecta al desarrollo de Alemania", un país soberano no debe permitir que EEUU "nos dicte con qué países podemos comerciar, eso no funcionará".
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La construcción del gasoducto Nord Stream 2 busca tender una segunda vía energética directa entre Rusia y Alemania. De esta manera, se enlazaría la infraestructura gasística del principal proveedor de recursos energéticos a Europa con la del mayor importador, evitando así países intermediarios, como Ucrania.
Y es que los suministros del gas ruso a Europa se han visto interrumpido en varias ocasiones por las disputas económicas de Moscú con Kiev.
Durante el invierno de 2005-2006, Ucrania se negó a adquirir el 'combustible azul' a precios de mercado, lo que terminó en una breve detención de los suministros a los consumidores del país. El segundo conflicto se produjo entre 2008 y 2009 a causa de la deuda de Kiev por los suministros de gas ruso y las discrepancias que surgieron entre ambas partes respecto al tránsito del combustible a través del territorio de Ucrania en 2009.
En ambos casos los afectados fueron los consumidores europeos, incluido Alemania, que se quedaron sin parte del gas adquirido en plena temporada invernal. El proyecto Nord Stream prevé evitar la repetición de escenarios similares en el futuro. No obstante, según el ex canciller federal, el principal esfuerzo de Washington no radica en la defensa de los intereses transitorios de Kiev.
"No lo hacen por amor a Ucrania, sino porque quieren vender su propio gas a Alemania, su gas natural licuado, que es de peor calidad, pero más caro que el del gasoducto", afirmó el político alemán.
Gerhard Schroeder fue canciller de Alemania entre 1998 y 2005. Su desempeño estuvo marcado por la triple alianza con el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente francés, Jacques Chirac, que no apoyó la intervención anlgo-estadounidense en Irak en 2003.