Las aeronaves volvieron a sus bases permanentes en Rusia el 15 de diciembre. El especialista militar ruso Alexéi Leonkov reveló a Sputnik los verdaderos objetivos de la visita de los bombarderos estratégicos a Venezuela y explicó por qué no se quedaron allí.
Muestra prudente de fuerza
Uno de los aspectos fundamentales que no permiten el emplazamiento de los bombarderos estratégicos rusos en Venezuela es, según Leonkov, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés).
"Por esta razón no lo hicimos y los aviones volaron allí sin su armamento. Simplemente pusieron a prueba sus características de vuelo y la experiencia de la tripulación en su habilidad de manejar la nave en un entorno desconocido", matizó Leonkov.
Rusia defenderá a sus aliados
La visita de los bombarderos estratégicos rusos a Venezuela no persiguió objetivos encubiertos y todos ellos fueron anunciados abiertamente, prosiguió Leonkov.
Así, fueron dos los objetivos principales de la visita. El primero, la demostración de las capacidades de la maquinaria militar rusa. Lo segundo que quedó demostrado es la disposición de prestar ayuda y cooperar con otros países en el ámbito militar y técnico.
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Dos bombarderos rusos Tu-160, una aeronave de pasajeros y otro avión de carga aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar el 10 de diciembre. A bordo había un centenar de oficiales rusos que participaron en lo que Venezuela y Rusia denominaron "vuelos operativos combinados".
La llegada de las aeronaves y los militares rusos tuvo lugar tras una visita a Moscú del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, donde se reunió con su homólogo ruso, Vladímir Putin. El 15 de diciembre los bombarderos regresaron a Rusia.