El español Andrés Abián Pajares, que por poco muere congelado mientras recorría en bicicleta la carretera Kolimá, en el noreste de Rusia, fue salvado por tres ingusetios que viven en la región.
"Los ingusetios de Magadán fueron los que ayudaron al viajero; Vaja Chemurzíev, Movsar Mutsólgov, Aslán Jabríev (…) son un buen ejemplo a seguir", dijo el líder de la república caucasiana.
Abián Pajares estaba montando la tienda de campaña para pasar la noche, cuando se quitó la manopla y se quedó solo con el guante auxiliar en la mano derecha: en apenas cinco minutos se le congeló la mano.
Chemurzíev, Mutsólgov y Jabríev se habían encontrado antes con el español, cuando se dirigían a Magadán, y ya habían tratado de disuadirlo de su arriesgado plan, pero no lo lograron.
A la vuelta los tres ingusetios se pusieron a buscar al intrépido aventurero, que pretendía pasar la noche en una tienda de campaña pese a los 50 grados bajo cero que marcaba la temperatura.
Evkúrov expresó su agradecimiento a los tres jóvenes de Ingusetia.
El español se trasladó a Magadán, donde no pudo coger el avión de regreso a Moscú, porque debido a las fiestas navideñas los billetes se habían agotado.
Actualmente el viajero está esperando la respuesta de su compañía de seguros para volver a España.
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