"Aunque con distinto ánimo, la fiesta de unos y la protesta de otros tienen solo objetivos proselitistas, se hacen pensando en las elecciones de 2019", dijo a Sputnik el investigador Vicente Guardia, de Comunidad Cívica, un grupo privado de estudios sociales.
La fiesta que organiza el oficialismo en la ciudad de Quillacollo, departamento de Cochabamba (centro), marcará "el inicio formal de una campaña electoral a la cual la oposición aún no se anima a entrar plenamente", observó Guardia.
Rada precisó que el acto tendrá tres propósitos: conmemoración del 13 aniversario de la victoria de 2005, demostración de fuerza tras la certificación de un registro de casi un millón de militantes partidarios y proclamación de la candidatura de Morales y de su vicepresidente Álvaro García Linera.
Morales logró el 54% de los votos válidos en las elecciones de 2005, para convertirse entonces en el primer candidato ganador por mayoría absoluta en casi medio siglo en Bolivia e iniciar el actual "proceso de cambio" izquierdista.
Radio: Bolivia, en tensión
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) certificó la semana pasada que el MAS tiene 991.092 afiliados, lo que lo confirma como el partido más grande del país, con presencia orgánica en todas las provincias y con más inscritos que la suma de todos los partidos de oposición.
El registro de militantes fue actualizado en los tres últimos meses con miras a las inéditas elecciones primarias convocadas para el 27 de enero, en las que, a falta de contendientes dentro de los partidos, se prevé que solo se ratifique a los candidatos que participarán en los comicios generales de octubre.
La convocatoria a las primarias dio al oficialismo la oportunidad de lograr que el TSE habilite la candidatura de Morales, dejando de lado un referendo de 2016 que rechazó la reelección indefinida y aplicando en cambio una sentencia posterior del Tribunal Constitucional que ignoró esa votación.
No te lo pierdas: Bolivia, polarizada tras habilitación de candidatura presidencial de Evo Morales
Superado ese escollo legal, el presidente y el vicepresidente arrancarán su campaña proselitista al ser proclamados por las organizaciones que apoyan al Gobierno, entre ellas la Central Obrera Boliviana y los principales movimientos nacionales de campesinos, indígenas, vecinos y otros.
La presión opositora estaba concentrada este 17 de diciembre en el quinto día de huelga de hambre de una veintena de activistas de comités cívicos de cuatro ciudades.
El líder del ayuno es el presidente del comité de la ciudad oriental de Santa Cruz, Fernando Cuéllar, quien aseguró que esa protesta seguirá creciendo "hasta que el Tribunal Electoral revise su decisión de permitir las candidaturas inconstitucionales de Morales y García".
"El TSE no revierte su decisión porque no tiene la voluntad de hacerlo y porque tiene la voluntad de hacerse la burla del pueblo (…), aunque el Gobierno no tenga la intención de retroceder, tenemos el derecho de protestar", dijo Cuéllar según radio El Deber.
La huelga de hambre comenzó después de una violenta manifestación de activistas antigubernamentales en Santa Cruz, que derivó en la destrucción y quema casi total de las oficinas regionales electorales y de impuestos.