"Venezuela tiene derecho a defenderse y resulta irónico que sea Colombia quien se preocupe de maniobras conjuntas ruso-venezolanas y de la presencia de aviones de combate rusos en el país vecino, cuando en territorio colombiano se mantienen siete bases militares de Estados Unidos que sí son una verdadera amenaza para toda la región", comentó Hernández, profesor jubilado de la Universidad de La Habana.
El mandatario colombiano ofreció declaraciones a la emisora RCN Radio, difundidas en la internet, donde critica los ejercicios aéreos conjuntos entre Venezuela y Rusia que se realizan desde el 10 de diciembre en espacio aéreo venezolano, a los que calificó como una "provocación".
"Da pena que un presidente que se respete y defienda la paz diga cosas así –expresó Hernández- cuando su país (Colombia) invirtió en 2017 más de 9.000 millones de dólares en gastos militares, busca acercarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y es el principal aliado militar de EEUU en América del Sur".
Hernández también calificó de absurdo el comunicado emitido por la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que acusa al gobierno de Venezuela de "violar" la Constitución por no contar con la aprobación de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral, de mayoría opositora).
Agregó que es absurdo y muy peligroso que el secretario general de la OEA hable de "violación de normas fundamentales del derecho internacional", insinuando sin pruebas que Venezuela almacena o posee armas nucleares por sí misma o por terceros en su territorio.
"Realmente es un ridículo absurdo, salvo que la OEA esté asumiendo el papel de puente para justificar una intervención militar de Estados Unidos a gran escalada en Venezuela, porque Almagro ya asumió hace rato el personaje de verdugo de los venezolanos", enfatizó Hernández.
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El presidente venezolano Nicolás Maduro denunció el 12 de diciembre que en el municipio colombiano de Tona, departamento de Santander, se está entrenando el grupo paramilitar G8, con más de 734 mercenarios colombianos y venezolanos para simular ataques de fuerzas venezolanas e iniciar una escalada violenta contra la nación suramericana.