"En los últimos años, la UE ha estado completamente desequilibrada, ha condenado y sancionado a Israel de izquierda a derecha, por cada paso que ha dado", indicó en una conferencia de prensa en la ciudad santa, a donde llegó esta tarde.
A pesar de haberse mostrado satisfecho, en declaraciones anteriores, de que EEUU haya trasladado su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, Salvini no prometió hacer lo mismo con la de Italia.
"Estoy muy feliz de ser ministro del Interior en nuestro Gobierno de unidad, no soy ministro de Relaciones Exteriores. Me ocuparé de este problema si soy ministro de Exteriores y cuando lo sea”, señaló.
Salvini, cuya visita ha generado polémica en Israel por el rechazo de las fuerzas de izquierda, se reunió hoy con el arzobispo latino, Pierbattista Pizzaballa, el ministro de Seguridad Pública israelí, Gilad Erdan, y el titular de Turismo, Yariv Levin.
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El Ejército israelí se encuentra en plena operación "Escudo del Norte", en la que está localizando y destruyendo túneles excavados presuntamente por el movimiento chií libanés Hizbulá, que van desde el Líbano hasta Israel.
La visita de Salvini se completará hoy con un tour de "grafitis y vida nocturna" en el mercado Mahaneh Yehuda de Jerusalén.
Mañana, Salvini se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, depositará una ofrenda floral en el Yad Vashem (Museo del Holocausto) y volará de regreso a Italia a última hora de la tarde.
En una conversación con la Asociación de la Prensa Extranjera ayer, Salvini declaró que "el creciente antisemitismo va de la mano del extremismo islámico, al que nadie está prestando atención".
Salvini también respondió a los que han criticado su visita a Israel alegando: "No tengo que justificarme cada vez que voy a Israel ".
