La cultura popular que Seúl ha estado exportando al resto del mundo está en su apogeo. Canciones, películas, series, comida y productos de cosmética de Corea del Sur ya se han hecho ampliamente conocidos en diferentes partes del globo y continúan su marcha triunfante.
Se trata de una mezcla especial entre la cultura occidental con un toque étnico de la península, que cobra cada vez más impulso.
El camino hacia el éxito de este extraordinario fenómeno de nuestra época lo comentó en una entrevista con Sputnik el famoso experto ruso en asuntos coreanos y director de la consultora Korea Risk Group, Andréi Lankov.
La ruta hacia la cumbre
La expansión cultural de Corea del Sur en el mundo es, sin duda, una muestra de fuerza blanda en su forma más clásica. Los surcoreanos han tratado de expandir su cultura a nivel mundial desde principios de los años 1990, pero todos sus esfuerzos no habían tenido resultados, declaró el analista.
"Al mismo tiempo empezó a cobrar impulso el llamado K-Pop, es decir, la música popular de diferentes géneros de Corea del Sur, estrenaron películas y series coreanas de buena calidad. No obstante, no contaban con el apoyo del Estado en aquella época", explicó.
Resultó que a principios de los años 2000 tanto el K-Pop como el cine coreano lograron salir al mercado mundial sin ninguna ayuda, y solo después, al ver su éxito, las autoridades surcoreanas comenzaron a brindar apoyo a los que promovían la cultura surcoreana en el extranjero, continuó.
"El auge de la expansión cultural de Corea del Sur tuvo lugar hace unos 15-20 años y fue el resultado del surgimiento del arte de buena calidad en el país asiático. Y lo hizo por sí solo, nadie lo respaldó", indicó.
La gran rivalidad
La cultura popular surcoreana compite en popularidad con las de Japón y China, cada una de estos países tiene su propia área en la que cuenta con mayor popularidad. Es posible afirmar que las culturas de Corea del Sur y Japón son comparables, y adelantan a la de China significativamente", declaró Andréi Lankov.
Cabe añadir que la ola coreana también llegó a las costas de América Latina. A diferencia de otros países, esta sí ha tenido apoyo, pero esta vez por parte de empresas surcoreanas, como LG y Samsung que ha establecido sus negocios en la región.
La expansión cultural de Corea del Sur en América Latina se realiza en forma de festivales y conciertos de música surcoreana que se celebraron, en particular, en Colombia.
Además, Seúl cuenta con una red de centros culturales en diferentes partes del mundo, incluidos Argentina, Brasil y España. Estos también promueven la cultura popular surcoreana y son financiados por el Gobierno.
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El papel de la diáspora
La diáspora, en general, tiene poco que ver con la expansión cultural surcoreana, pero hay excepciones, como en el caso de Estados Unidos, explicó Lankov.
Además, la cocina coreana en EEUU cuenta con mucha popularidad y en este caso también habrá que darle gracias a la diáspora, continuó.
Pero el papel de la diáspora coreana, como ya lo ha mencionado el entrevistado, no es tan fuerte en otras regiones. En el caso de China, la diáspora coreana está concentrada en la parte noreste de Manchuria, cerca de la frontera con Corea del Norte.
"La influencia de la cultura popular surcoreana no sale de las fronteras de este enclave coreano en China. En la capital, Pekín, hay muy pocos coreanos étnicos que son influyentes en el mundo artístico", relató el analista.
Hasta hace poco la discriminación respecto a los coreanos en Japón, quienes constituyen una minoría significativa en este país, era muy grave. Pero hoy en día esta se redujo bruscamente, aunque por ahora es temprano para hablar de igualdad, subrayó.
Beneficio doble
Además, la propagación de la cultura surcoreana tiene un gran rol en el aumento de la popularidad de los productos tradicionales, como automóviles y aparatos electrónicos, entre otros.
Para Lankov los dos factores que hicieron posible el avance de la cultura coreana son, primero, el desarrollo económico de Corea del Sur, que trajo consigo mucho dinero y posibilitó la creación de contenido de alta calidad.
"No importa qué talentoso eres, es difícil hacer una buena película si el presupuesto no es suficiente", pronunció.
Segundo, agregó, tiene que ver con el éxito de las mercancías surcoreanas tradicionales. Es decir, cuando la gente empezó a mirar las series surcoreanas, ya tenían en sus casas los televisores y manejaban los vehículos fabricados en Corea del Sur, aclaró el experto.