La entidad considera que, con los datos de cierre de 2017, hay señas de una "ligera sobrevaloración", aunque afirma que todavía está lejos de una nueva burbuja.
"Aunque aún no hay evidencia clara de una desviación significativa, las autoridades necesitan estar vigilantes", señala el FMI.
Ante esta situación, el organismo monetario pide al Ejecutivo español que "amplíen las herramientas necesarias para atajar los riesgos financieros y controlar la concesión de crédito".
El FMI considera que "se corre el peligro de que la revalorización pueda conducir a una confianza excesiva en la vivienda" y eso llevaría "a una espiral de relajación en la concesión del crédito.