"Necesitábamos mostrar nuestra cara y enseñar de lo que son capaces las lanchas", dijo Vorónchenko citado por la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
El pasado 25 de noviembre, tres barcos ucranianos —las lanchas artilladas Berdiansk y Nikopol y el remolcador Yani Kapu— violaron la frontera de Rusia al entrar en sus aguas provisionalmente cerradas, navegando desde el mar Negro hacia el estrecho de Kerch.
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó que el incidente naval era una provocación y reveló que entre los tripulantes de los buques infractores había dos efectivos del Servicio de Seguridad de Ucrania quienes estuvieron dirigiendo esa operación.
Tema relacionado: ¿Poroshenko dictador? Ucrania se arriesga a ir a una guerra contra Rusia
A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que con ese incidente Kiev busca ganar puntos de cara a la campaña presidencial, prevista para el 31 de marzo de 2019.