El Gobierno japonés quiere trasladar la base al distrito de Henoko, situado en esa misma prefectura, mientras que la administración de Okinawa se opone a esa idea e insiste en trasladarla a cualquier otro lugar que no sea Okinawa.
En 2006, Japón y Estados Unidos acordaron trasladar la base a Henoko, pero para realizarlo se necesita cubrir con tierra 157 hectáreas del litoral, lo que causaría daño a los arrecifes de coral.
Esta situación provoca protestas de los habitantes locales y de los ecólogos.
El conflicto entre el Estado y la prefectura en torno a la base de Futenma se mantiene desde hace más de dos años.
Se espera que este 28 de noviembre se reúnan el nuevo gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para debatir el problema del trasladado de la base estadounidense.