"La paz con los palestinos es un objetivo que vale la pena por sí mismo, y no hay duda de que progresar hacia este fin ayudará en nuestras relaciones con los Estados árabes, pero no garantiza que duren", afirmó el mandatario israelí, según expresó uno de sus portavoces en Twitter.
Netanyahu también sugirió que los palestinos son responsables de impedir que florecieran las relaciones entre Israel y los árabes tras los Acuerdos de Oslo, firmados por Palestina e Israel en 1993 y 1995. Pero subrayó que el conflicto ya no es un obstáculo para la reconciliación entre los israelíes y sus vecinos árabes.
"Nuestras relaciones con los Estados árabes, que se forjaron después de los Acuerdos de Oslo, se interrumpieron por la intransigencia palestina y el terrorismo", señaló Netanyahu.
"El hecho es que nuestras relaciones con los Estados árabes y musulmanes se están renovando en ausencia de un proceso de paz con los palestinos. Esto indica que estas relaciones, que se basan en los bienes y el poder de Israel, son más fuertes y más estables", afirmó el primer ministro.