El procedimiento se llevó a cabo en el primer bloque de la central nuclear Balakóvskaya, donde opera un reactor VVER-1000 con una potencia de 1.000 megavatios, según informó el servicio de prensa de la central.
Esta tecnología única, desarrollada en el Instituto Kurchátov, permite por medio de un proceso de recocido restablecer las características del metal con que se fabricó el reactor.
Todo el proceso de recocido se llevó a cabo en la sala de reactores, sin que el reactor abandonase el lugar donde está instalado.
Anteriormente esta tecnología se utilizó con éxito en reactores de potencia media VVER-440, lo cual permitió incrementar su vida útil de 45 a 60 años.
Este procedimiento, aplicado por primera vez a un reactor de tal potencia, prolongará su vida útil de 15 a 30 años e incrementará la seguridad de la instalación.