Durante los últimos años Moscú ha firmado varios contratos para el suministro de los S-400 con varios países, incluidos China y Bielorrusia. Además, algunos Estados, se muestran interesados en adquirir el equipo militar ruso.
El líder turco, Recep Tayyip Erdogan también articuló su disposición a comprar los sistemas S-500, en cuanto se complete su desarrollo.
A este respecto, los analistas de Business Insider Deutchland, Daniel Brown y Alexandra Hilpert, concluyen que el diseño del S-400 resultó ser una buena inversión para Rusia.
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El S-400 es capaz de derribar blancos a una altura de hasta 30 kilómetros y, dependiendo del tipo de proyectil, en un rango de 120, 250 o 400 kilómetros. En comparación, el THAAD estadounidense solo puede ser utilizado para derribar misiles y no aviones. Además, tiene un rango máximo efectivo mucho más reducido que su análogo ruso.